Revista N°299

Es innegable que uno de los valores más trascendentales del ser humano es la libertad; es la facultad de las personas de elegir y de realizar algo por sí misma. Es estar siempre "en potencia", porque, por ser libres, podemos crecer, aprender, atesorar las experiencias, elegir, desarrollar nuestros talentos, y explorar la vida y el mundo en todas sus dimensiones.

Ser Libre no puede confundirse nunca con la posibilidad de "hacer lo que se quiere" indiscriminadamente, a costa de cualquier cosa, la libertad tiene una contracara que se vincula con la ética, con los principios que el mismo concepto de libertad conlleva. Para vivir y sentir la libertad debemos saber que no se trata de un valor personal, es un valor que nos permite construir comunidad. Somos libres cuando nos realizamos, pero también cuando, con nuestra conducta, actitud y desempeño, permitimos que el otro se realice y lo respetamos como persona.

Tomemos el mejor ejemplo de libertad, legado invaluable de nuestro General San Martín,  aprendamos y enseñemos a vivir en libertad, solo de ese modo lograremos la armonía.