Revista N°296

Comienza el mes de junio y con el inicio del nuevo mes se renuevan las expectativas de cada uno. Junio marca un quiebre, una inflexión, es la mitad del año. Y, en este año 2020, tan particular, tan inédito para las generaciones que compartimos este tiempo, este mundo, comenzar una segunda mitad cobra el sentido de la esperanza, esperanza de que las cosas cambien, de que recuperemos nuestra vida con sus habitualidades, con sus certezas, con sus seguridades, aún cuando ya sabemos que debemos construir una nueva normalidad.

Nos encontramos separados pero no debemos declinar de estar juntos, juntos en la responsabilidad de cuidarnos y cuidar a los demás. Es un mensaje que, aunque repetitivo, debe calarnos hondo. Que el amor que nos tenemos y que tenemos a nuestros más cercanos sirva para trascender el deseo de una "juntada", de una "fiesta", no debiéramos usar el lujo de que la policía cuide nuestra salud, debemos asumir cada uno el compromiso de cuidarla.

junio tiene dos conmemoraciones muy importantes: el paso a la inmortalidad de Don Martín Miguel de Güemes y del General Manuel Belgrano, dos heroes con sus características particulares, que supieron entender lo que es la Patria y la defendieron con firme convicción. Dos ejemplos para imitar.