Con realidades muy distintas en todo el país, el Consejo Federal de Educación acordó que después de más de 200 días de suspensión de clases, cada provincia podrá independientemente autorizar la vuelta a las aulas escribiendo su propio calendario. Dicha tarea se llevará a cabo en función de un índice epidemiológico que permitirá evaluar el riesgo en cada ciudad. Es en este marco que algunas instituciones (integrada por profesionales de prestigio), desoyendo las mínimas consideraciones destinadas a salvaguardar la integridad física y la salud de la población, exponiendo absurdas hipótesis, contribuyeron a confundir a la sociedad con posturas antojadizas. Sería este el caso de la Sociedad Argentina de Pediatría, que con fecha del 14 de octubre, consideró “imprescindible” la vuelta presencial a la escuela.

Para la institución de marras, SAP, el cierre de las escuelas en el contexto de la pandemia sería un factor que marcó claras disparidades sociales. “Muchos adolescentes son incapaces de completar su tarea escolar por falta de dispositivos o de conectividad, lo cual hace que los modelos de aprendizaje virtual resulten de difícil implementación, dando lugar a la aparición de una brecha tecnológica entre los estudiantes muy difícil de resolver”, apuntaron.

Para la SAP, la vuelta a las escuelas en la modalidad presencial sería imprescindible, aunque aclararon que cada establecimiento deberá adaptar su nivel de reapertura de acuerdo a la realidad epidemiológica local. Este párrafo haría alusión a la última disposición del Poder Ejecutivo Nacional, aunque en una lectura más detallada quedaría aún más claro, que, al mismo tiempo, al opinar cómo médicos, pondrían en tela de juicio dicha medida.

Es importante recordar lo que se dispuso recientemente entre las provincias y la Nación, tras analizar la realidad distrito por distrito el impacto de la pandemia en el país. Fue así que se determinó que regresarán a las aulas sólo aquellas en las que exista un riesgo leve o nulo. En cambio, en la mayoría de los distritos urbanos donde hay circulación comunitaria, el regreso será para actividades no escolares. En el caso de la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, solo volverán los alumnos que finalizan el ciclo: los de séptimo grado y los de quinto año.

Durante la citada reunión, se aprobó por unanimidad el "marco de análisis y evaluación de riesgo para el desarrollo de actividades presenciales y revinculación en escuelas en el contexto de la pandemia".

Este documento ofrece indicadores epidemiológicos objetivos, que le permitirían a cada jurisdicción tomar su propia decisión de volver a clases y aplicar el protocolo marco aprobado en julio. Los indicadores epidemiológicos tendrían la forma de un semáforo.

Al profundizar las autoridades establecieron que, en lo que queda del año, "se promoverá el regreso progresivo, parcial y escalonado a actividades presenciales con el objetivo de revincular a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de un modo distinto al de clases presenciales antes de la pandemia". Fue así que se puso énfasis en explicar que, “se trata de una presencialidad limitada, que deberá darse todas las veces que se pueda al aire libre”.

Como se sabe se diseñó el denominado, “semáforo epidemiológico”, que plantea tres escenarios posibles. Las provincias o comunas en rojo no tendrán ningún tipo de actividad. En amarillo o de riesgo moderado, podrán realizar actividades educativas no escolares, como las artísticas, deportivas, recreativas y de apoyo escolar, todas las mencionadas en grupos de no más de diez personas al aire libre. Mientras que con luz verde, las clases presenciales podrán comenzar de manera escalonada y progresiva.

Asi mismo es importante señalar que el texto que se aprobó, entre La Nación y las provincias, determinó distintas condiciones para llevar a cabo la vuelta a clases. Es así que deberán tener en cuenta como se realizará el traslado de los chicos y de los docentes y no docentes. De igual manera se deberán evaluar la situación habitacional y los niveles de hacinamiento para organizar acciones preventivas.

Otras medidas a tener en cuenta será la capacitación de los docentes, de los administrativos y del personal de mantenimiento, en materia de protocolos para evitar contagios. Y lo más importante, habrá que capacitar sobre los procedimientos a seguir ante la aparición de casos sospechosos de Covid-19 en las aulas.

¿Y qué opinan los gremialistas? Desde la Unión Docentes Argentinos (UDA), su secretario general, Sergio Romero señaló: “Más allá de la importancia del retorno a las escuelas, teniendo en cuenta que el valor de la presencialidad, entendemos que en las actuales condiciones, dicho regreso sería más que contraproducente”.

Es así que no se entiende porque una prestigiosa institución como la SAP, considera imprescindible el regreso a las clases presenciales, cuando todo indicaría que lejos de beneficiar a la comunidad educativa, por el contrario acrecentaría los riesgos hacia la salud de las familias e incluso más aún, arriesgando la propia vida de niños y padres.